Intenté ligar a través de varios populares sitios de citas, pero no tuve éxito. Así que para satisfacer mis necesidades físicas, me pase a las prostitutas Tony Calvin noes norirlandés, sino estadounidense, pero ha decidido dar la cara por los clientes de prostitución que, asegura, sufren una criminalización injusta. Su nombre no es real, sino unpseudónimo que ha utilizado un ingeniero de Silicon Valleypara dirigirse a los lectores de la revista Salon, en la que ha compartido su postura sobre la prostitución. Al igual que la sociedad se avergüenza de las trabajadoras sexuales, el estigma hacia el cliente regular también es fuerte. El ingeniero explica que tuvo una novia hace 20 años y falleció. Desde entonces, puso todas sus energías en el trabajo.

El cliente consumidor
Fuimos todos a tomar una copa y bueno Con estas palabras relata en conversación telefónica con El Confidencial la primera vez que el joven madrileño fue usuario de prostitución. La abstracción del aumento de puteros jóvenes ha sido mostrada por la Policía, asociaciones de ayuda a víctimas de prostitución, sociólogos y proxenetas Los datos del foro sexual SexoMercado a los que ha tenido acceso este periódico muestran que, desde hace varios años, el segmento mayoritario de los usuarios que buscan anuncios de prostitución en su web son hombres de 25 a 35 años. Por su parte, la presidenta de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida AprampRocío Nieto, explica que llevan años alertando sobre el acrecentamiento del consumo de prostitución por parte de los jóvenes. En este grupo se enmarca la mayor parte de los clientes jóvenes: no son sexistas y son críticos con la bienes machista del pasado, pero comparten una ética hedonista de consumo. Intuyen que hay mujeres explotadas, pero prefieren no pensarlo, al igual que alguien que compra ropa que ha sido fabricada por niños.