Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater. El atractivo físico siempre atrae, llama la atención y deslumbra, sin embargo, solo la personalidad llega al corazón y enamora. Podríamos decir entonces que en lo que se refiere al enamoramiento tenemos un nivel de control bastante bajo. Sin embargo, no es del todo cierto. Tanto es así, que la propia Helen Fisherconocida antropóloga de la Universidad de Rutgers de New Jersey nos explica algo muy concreto: amor y atracción son dos cosas muy distintas, pueden ir juntas, no hay duda, pero requieren procesos distintos. La atracción es instintiva. Nos basta mucho menos de un segundo para saber si una persona nos atrae o no. Desde la perspectiva budistael enamoramiento podría definirse como un estado de apego hacia nuestras expectativas. Realmente no nos enamoramos de la otra persona, sino de las expectativas que nos formamos sobre su forma de ser y sobre cómo sería nuestra vida a su lado.

Mayores o pareja estable
Ya contradiga el código deontológico del amor que con esfuerzo y dedicación nos han inculcado padres, pedagogos y películas de Disney, prestar atención a los detalles convencionalmente denominados como superficiales podría ayudarnos a encontrar la pareja perfecta. Nuestras palabras, nuestra actitud y nuestro aspecto, entre otros factores de lo exterior, hablan con elocuencia de lo que hay dentro de nosotros: únicamente hay que saber leer las señales. Es por eso que permitirnos anatomía —un poco— superficiales podría, a fin de cuentas, no ser tan mala idea. Y sin embargo, muchas veces no pensamos en uno de los factores que resulta determinante en la relación: el trato. Es la forma que tiene nuestro cerebro de decirnos que sigamos buscando. Suena incorrecto, sí, pero muchos lo ponen por adelante del aspecto físico. Una pareja es un proyecto que, en la generalidad de los casos, desemboca en la constitución de una familia. Y una familia —entendida en su sentido convencional, con casa, niños, colegio y monovolumen— requiere una inversión a largo década. Y en las grandes historias de amor del cine y la humanidades, la lección es siempre la misma: las grandes pasiones emergen entre seres humanos completamente distintos.
El atractivo psicológico: creando conexiones
Cada vez es menos frecuente ligar en la vida real o siquiera intentarlo. No tienes que conocer a algún en un bar o pedirle a tus amigos que te presente a esa persona que te gusta… Las aplicaciones y webs de citas han hecho que todo este proceso cambie y hay todo tipo de opciones para todos los gustos. Si te has cansado de ver series y películas de amor con helado y sin compañía, estas son las mejores webs de citas y aplicaciones para ligar que debes tener en cuenta. Tinder se ha convertido en la app de moda para encontrar el amor pero también otras como Badoo o Grindr son imprescindibles en los móviles de miles de jóvenes y no tan jóvenes. Pero si no es así, pruébala. Puedes deslizar hacia un lado si te gusta y hacia el otro si no te interesa.